Al tratar la historia de la inmigración china en el Perú, se debe distinguir entre los proximadamente cien mil trabajadores contratados a mediados del siglo XIX para trabajar en las haciendas de la costa y en las islas guaneras, frecuentemente llamados “coolies” (véase STEWART 1951, RODRÍGUEZ PASTOR 1987, TRAZEGNIES 1995) (6); los comerciantes que llegaron a finales del siglo XIX y principios del XX, generalmente con capitales traídos de China o de California; y la inmigración más reciente de chinos continentales que buscan alternativas al sistema comunista de su país.
La inmigración de los llamados “coolies” chinos en el siglo XIX fue exclusivamente masculina. Los malos tratos fueron causa de levantamientos sangrientos: la mayor sublevación fue en el valle de Pativilca en setiembre de 1870. Entre 1200 y 1500 chinos participaron en la rebelión (RODRÍGUEZ PASTOR 1988, p. 94) (para una versión póstuma de los hechos, véase Anexo 1, Primera Parte). Los intermediarios que “enganchaban” a los trabajadores chinos eran pequeños comerciantes también chinos que tenían tiendas en las mismas haciendas o en los pueblos cercanos. (Para el caso de la Hacienda Cayaltí, véase RODRÍGUEZ PASTOR 1988, p. 158; y véase el Anexo 2). Ellos, y los trabajadores contratados liberados, se casaban o se “comprometían” con mujeres peruanas y les enseñaban a cocinar a su estilo; motivo por el cual los conocimientos de la cocina china se extendieron primero entre las familias de condición más modesta. Con el tiempo, tanto la cocina china como el sistema herbolario y de acupuntura interesaron a un sector relativamente grande de la sociedad peruana (BALBI 1999). (7)
Los trabajadores de las haciendas que no regresaban a China afluían a la ciudad donde trabajaban como comerciantes, zapateros, carniceros, lavanderos, bodegueros y en otros oficios manuales. A partir de 1855, en la calle Capón cerca del Mercado Central de Lima, había locales donde se alojaban 7 a 10 chinos en cada cuarto. En el “Callejón de Otaisa” y la “Casa Salaverry” dormían 4 a 5 mil chinos por noche y en ellos había juegos del azar y consumo de opio. En 1916 se consideraba que los chinos se habían adueñado del mercado minorista. (8)
Con el tiempo, se importaron las semillas de las verduras chinas y a partir de 1888 se sabe de huertas donde éstas se cultivaba específicamente. Muchos chinos entraban a las casas de familias peruanas como cocineros e interpretaban con éxito la cocina peruana; (9) apenas ahorraban algo de dinero establecían una pequeña pulpería o bodega, o un restaurante. En Lima no faltaron persecuciones a los chinos y saqueos de sus tiendas y pulperías. También fueron objeto de burla y desprecio. (10)
A partir de mediados del siglo XIX en Lima se crearon varias asociaciones de ayuda mutua entre los inmigrantes chinos. Las más importantes fueron la Beneficencia China, la Asociación Tung Sing que actualmente tiene un local en una azotea de la Calle Huanta, donde se observa el culto al Dios Guangong; y la Sociedad Pun Yui que tiene esculturas valiosas del siglo XIX y el altar principal dedicado a Guangong. En la calle Miro Quesada está la Sociedad Lung Sing Sea que originalmente se llamó Zhong Shan, su distrito de origen (LAUSENT-HERRERA 2000).
En los siglos XIX y XX hubo empresas comerciales chinas que tuvieron mucha importancia en la economía peruana. Mayormente eran filiales de firmas californianas o de Hong Kong: manejaron sectores importantes agrícolas del país y dominaron en la exportación (véase Anexo 1, Tercera Parte). La firma china Wing On Chong fundada en San Francisco, California en 1868, tenía un almacén en la calle limeña Plateros de San Pedro, que abrió en 1872, y sucursales en Lima y provincias. Administró haciendas en el Valle de Chancay. Importaba sedas, porcelanas, muebles laqueados, etc. (LAUSENT-HERRERA 2000 p. 45). En 1943 Wing On Chong era una de las tiendas más importantes de Lima, que además de vender productos chinos tenía casimires ingleses y otros productos importados de Europa. Desapareció en 1971. (11)
La Iglesia católica se preocupó mucho de la conversión de los coolies a medida que éstos se integraban en la vida urbana. En 1885 había en Lima sacerdotes católicos chinos que realizaban labor misionera entre los inmigrantes (LAUSENT-HERRERA 2000 p.33). (12) Los chinos bautizados eran enterrados en los cementerios católicos pero aparentemente los que no se bautizaban eran enterrados en panteones aparte (hubo uno en lo que es hoy la Av. Argentina. (Cesar Garibay, comunicación personal). En las haciendas los chinos no bautizados eran enterrados próximo a las huacas (LAUSENT-HERRERA 2000).
Desde 1871 hubo expendio de medicinas chinas en Lima, pero la municipalidad cerraba las boticas chinas arbitrariamente, y todavía en 1930 la aduana decomisaba hierbas medicinales chinas. Uno de los médicos chinos más famosos fue el doctor Pun Luy On quién atendía en la calle Mogollón, donde lo conocí ya anciano en 1943. Su hijo, Dr. Jorge Pun de la Torre, actualmente tiene un consultorio y expendio de hierbas medicinales chinas en Higuereta, con numerosa clientela peruana.
Durante mucho tiempo, el Embajador de China en Washington tuvo a su cargo la representación para el Perú. Recién a partir del año 1921, hubo Legación China en Lima. Cheng Tsao Yu (también llamado Zheng Sa Zaorou, o Chian Chou Yu) fue el primer Embajador chino en el Perú quien apoyó la formación de la Beneficencia China (LAUSENT-HERRERA 2000, p.21). (13) Los chinos comerciantes y profesionales que llegaron al Perú a principios del siglo XX propagaron la imagen y las ideas de Sun Yat Sen. En 1924 y en 1936 se fundaron las primeras escuelas en el idioma chino en Lima, que se fusionaron en 1962 para formar el colegio Diez de Octubre. En 1962 los franciscanos crearon el colegio católico chino Juan XXIII.
En los años 30 se promulgaron leyes restringiendo la inmigración asiática, lo que, junto con el incendio que destruyó el mercado central en 1964, hizo perder parte del dinamismo al “barrio chino”. Muchas familias se mudaron de la calle Capón a otros sectores de la ciudad, particularmente San Borja.En 1971 se inició una recuperación, (14) y a partir de 1997, con el desalojo de los ambulantes del mercado central y la renovación de los edificios del centro histórico, se modernizó la Calle Capón al estilo del China Town de San Francisco.
Actualmente (2000), Lima tiene más de seis millones de habitantes y tiene aproximadamente 2000 locales de comida china; en las carretillas ambulantes también se encuentra platillos chino /criollos llamados “combinado” (BALBI 1999 p.153). El arroz chaufa (arroz frito con carnes, huevos y verduras) se ha convertido en un plato nacional. En años recientes el gobierno peruano ha permitido el funcionamiento de los casinos anteriormente clandestinos, y los propietarios de algunos chifas los han convertido en casinos y establecimientos con “tragamonedas”. Un empresario chino ha transformado un edificio de departamentos en Miraflores en el “Hotel y Casino Bruce” con restaurante tradicional chino y señoritas chinas para la atención a los huéspedes. En el cuarto piso del hotel funciona la agencia de viajes Tian Ma.
Lima: Estudio de casos
Según el Consulado de la República Popular China en Lima (febrero del 2000), en el Perú hay 25,000 chinos con permiso de residencia; 85,000 personas nacidas en China con nacionalidad peruana; y 1.5 millones de personas peruanas por nacimiento con uno de sus padres o abuelos nacidos en China.
Este cálculo no incluye personas de Taiwán ni de Hong Kong. Siguen algunos ejemplos de inmigrantes:
1) Yang Jian Ping nació en Shanghai en 1952, y estudió pintura en el Instituto Liu Hai Su, donde aprendió la técnica impresionista. Durante la Revolución Cultural, teniendo que salir al campo, pidió ser enviado a la provincia de Yunan por la belleza de sus paisajes. Consiguió que se le liberara de las obligaciones agrícolas pues pintó un retrato de Mao Zedong que cubrió toda la fachada de la municipalidad del pueblo donde estaba destacado. Luego fue profesor de pintura en un colegio de primaria en Shanghai. En 1985 emigró al Perú, donde tenía un tío materno que lo avaló para que pudiera conseguir el permiso de viajar, y empezó a ensayar pintura modernista con acrílico.
Jian Ping ha expuesto sus obras más de 30 veces, de las cuales siete en Shanghai y las demás en Lima, siendo tres de ellas exposiciones individuales. Pero la pintura no le rinde lo suficiente para vivir. En Lima trabaja como profesor de Tai Chi Chuan y como especialista en maquillaje permanente (tatuaje). En 1988 Jian Ping se casó con una señora peruana, divorciada con dos hijos, hija de chinos pero que no habla el idioma; después de dos años se divorció de ella y en 1998 se volvió a casar con una señorita china de 33 años. No quiere tener hijos porque se considera viejo y considera demasiado difícil criar hijos en el mundo moderno.
Jian Ping siente mucha nostalgia por los paisajes de su país y no se acostumbra al clima invernal de Lima; también extraña los colegas pintores en China, como él aficionados a la música clásica occidental. Se queja de que en Lima los chinos son comerciantes o cocineros, que no tienen tiempo ni cabeza para llevar una vida intelectual ni para interesarse por el arte y la música. Pero considera que ya es tarde para que pueda retornar y hacerse una posición en su tierra natal.
2) Wong Lai Si es china de nacimiento, de Tusan, provincia de Cantón. Vino al Perú a la edad de 18 años acompañando a su abuelo; su padre, el Sr. Wong, es un miembro importante de la sociedad china en Lima: es miembro de la Beneficencia China y presidente de la Asociación de los Inmigrantes de Tusan, con 10,000 integrantes. En 1998 organizó un gran banquete en el restaurante El Dorado, en el cual participaron muchos inmigrantes de Tusan. Yo fui entre los pocos invitados peruanos.
Lai Si es trilingüe: chino mandarín, cantonés y español. Está bien integrada a la vida limeña; ha vuelto algunas veces a su tierra natal, pero se siente más a gusto en Lima. Ha trabajado como secretaria en una firma china y como profesora en el Colegio Chino en el Perú. Actualmente está encargada de la fábrica de minpao (pan de miga blanca con relleno de carne de cerdo o fríjol colado) que se expende en ocho tiendas de los supermercados E. Wong. Ella con sus padres antes de iniciar ese negocio consultó con el sistema de adivinanza que se practica en el templo de la calle Huanta, donde el que dice ser sacerdote taoísta, Germán Ku, por veinte soles vaticina el futuro a paisanos y curiosos mediante el oráculo del I Ching. Habiendo obtenido una respuesta positiva, iniciaron este negocio que les ha resultado exitoso.
3) La Dra. Chen Asan también es de la provincia de Cantón. Vino al Perú en 1995 con el proyecto de crearse una posición que le permitiera traer a su familia. Puso un consultorio en la Avenida Aviación en Lima, y logró un permiso municipal para atender a los pacientes con medicinas tanto chinas como occidentales, y con tratamiento láser. Luego se asoció a un medico naturista chino y con él se mudó a Tacna donde estableció un consultorio en que atiende a peruanos del lugar y a chilenos que vienen de Arica y de Iquique. La especialidad de la Dra. Asan son las enfermedades venéreas, pues en China trataba especialmente a las mujeres que trabajaban en los burdeles y a sus clientes. Ha logrado en dos años de trabajo en Tacna crearse una clientela, y ha traído de China a su madre y su hija de 9 años. La Dra. Asan logra mantener un ritmo intenso de trabajo a pesar de sufrir de anorexia. Ella se considera “un alma”, no una persona como las demás, pues puede vivir solamente para el trabajo.
4) Los periodistas Susana Chang y Meng Ke xin, editora y redactor de la Voz de la Colonia China, respectivamente, se sienten orgullosos de trabajar para el diario más importante y de mayor circulación dentro de la colonia, con 87 años de existencia. Susana estudió literatura en su natal Shanghai, mientras que Meng Ke Xin trabajó en la agencia de noticias China News Service como fotógrafo. Susana llegó desde Bolivia al Perú en 1992 y habla el español bastante bien (Somos 1997).
* No tengo información acerca del escrito pero me fue enviado por LVM.
BALBI, MARIELA. Los chifas en el Perú: Historia y Recetas. Lima, Universidad San Martín de Porres, Escuela de Turismo y Hotelería.
DERPICH, WILMA, 1999 El otro lado azul: 150 años de inmigración china al Perú. Lima. Fondo Editorial del Congreso del Perú
HORNA, HERNÁN s/f [1999] La Indianidad antes de la independencia latinoamericana. Uppsala, Acta Universitatis Upsaliensis
LAUSENT-HERRERA, ISABELLE Sociedades y templos chinos en el Perú. Lima, Fondo Editorial del Congreso del Perú.
LLOSA, FERNANDO s/f Sechin: monumento-mito. Lima, Imprenta Miraflores E.I.R.L.
RODRÍGUEZ PASTOR, HUMBERTO Hijos del celeste imperio en el Perú (1850-1900): Migración, agricultura, mentalidad y explotación. Lima. Instituto de Apoyo Agrario - 1989
Somos “El Barrio Chino: los nuevos encantos”. Por Jorge Riveros. (XI) 564, 27 de setiembre: 18-20.
STEWART, WATT 1951 Chinese Bondage in Peru: A History of the Chinese Coolie in Peru, 1849-1874. Durham, N.C. Duke University Press.
[1951] 1976 La servidumbre china en el Perú. Lima. Mosca Azul.
TRAZEGNIES, FERNANDO DE En el país de las colinas de arena. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú. 2 Tomos.
TUNG, MAY PAOMAY 2000 Chinese Americans and their Immigrant Parents: Confict, Identity, and Values. New York, The Hawirth Press, Inc.
YANG, ALEXANDER CHUNG YUAN 1994 “Culinária chinesa nas Américas”. En: China em Estudo. (1): 39-50.
1995 “O Budismo entre os Chineses no Brasil”. En: China em Estudo. (2): 49-58.
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YUAN YIPING Colecão de entrevistas a chineses célebres de ultra mar dol Brasil. [Traducción del chino por Carine Bocabeille]. 2 Tomos. Sao Paulo.
YU, ABRAHAM S.O. “Analise preliminar das empresas brasileiras controladas por chineses e suas relaçoes comerciais com a China, Hong Kong e Taiwán”. En: China em Estudo (3): 53-71.
1 comentario:
Agradecería si se publicaran las estadísticas de donde se sacaron los datos de la actualidad de los chinos en Lima.
Gracias
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