sábado, agosto 20, 2022

Nota histórica sobre la inmigración china al Perú y a Lima

Nota extraída acerca de la migración, no se ha podido encontrar el archivo original en los repositorios académicos.



Análisis comparativo de estudios de caso: inmigrantes chinos en Sao Paulo, Brasil, y Lima, Perú

María A. Benavides
Universidad N. M.  San Marcos, Peru

Introducción

El trabajo que se presenta aquí es eminentemente etnológico y no pretende abarcar los aspectos económicos de la presencia oriental en Brasil y Perú.  A una breve reseña histórica de la inmigración china en Sao Paulo y  Lima sigue la historia oral de algunas personas, como ejemplo de las diferencias entre los inmigrantes a una y a otra ciudad.  

En Sao Paulo, se observa que es muy visible la población de Taiwan:  aunque muchos taiwaneses nacieron en China continental, se han educado en Taiwan y han conservado elementos de la cultura china tradicional que fueron suprimidos por el gobierno de China Popular a partir de 1949.  En Lima es más visible la población de China continental, en especial la cantonesa, y, en los últimos años también de otras provincias.  Así, los ejemplos que se presentan para Sao Paulo son tanto taiwaneses como de China Popular;  mientras que los ejemplos para Lima son exclusivamente casos de inmigrantes de China continental.  

Se hace también una comparación entre la religiosidad china en ambas ciudades:  pues los taiwaneses en Sao Paulo han fundado varios templos budistas y taoístas, frecuentados también por inmigrantes de China continental;  mientras que en Lima no existen templos formales.  El culto es mayormente a los ancestros y a Guangong, un general del siglo XIII que fue elevado al rango de los Inmortales.

En los anexos 1 y 2, por considerar que ambos testimonios son importantes histórica y etnológicamente, se presentan dos entrevistas realizadas en Lima en 1980:  una a un miembro de la sociedad limeña quien aporta datos y comentarios sobre las sublevaciones de “coolies” chinos en 1870, y sobre las primeras empresas comerciales chinas en el Perú;  y otra a la hija de un inmigrante de principios del siglo XX.

Sao Paulo

Nota histórica sobre la inmigración china al Brasil y a Sao Paulo

Durante la colonia, los jesuitas portugueses que venían de Macao a Brasil traían imágenes de la Virgen con facciones orientales y las ponían en las iglesias barrocas de los pueblos del interior.  Pero no se sabe de inmigrantes chinos antes del siglo XIX.  Se considera que en 1810 vinieron al Brasil los primeros 400 trabajadores chinos contratados para el cultivo del té.  (1)
Algunos de ésos más tarde se volvieron vendedores ambulantes:  hacían pasteles y los vendían en las playas.  Construyeron pastelerías que poco a poco se extendieron en todo el Brasil:  en la década de 1950 la mayoría de los pasteleros eran de origen cantonés.  Éstos frecuentemente ayudaban a sus amigos y parientes en China que querían emigrar, para que ingresaran a Brasil y les ayudaran en sus empresas.  El primer restaurante chino en Sao Paulo abrió a fines del siglo XIX; actualmente hay más de 300, de Shanghai, Cantón, Formosa (Taiwán) y del norte de China.  En los centros comerciales hay puestos de “comida rápida” china y hay restaurantes chinos que atienden a domicilio  (Yang 1994).

Los orientales en Brasil se han ubicado mayormente en el Estado de Sao Paulo, el más rico y poblado del país.  La gran mayoría es de origen japonés y les siguen los taiwaneses, quienes inmigraron a Brasil mayormente en las décadas de 1960 y 1970.  La primera migración importante de China continental ocurrió a principios del siglo XX; pero el mayor influjo fue en 1949 cuando “se perdió China continental” como dijo un eminente migrante taiwanés, refiriéndose a la victoria comunista y al traslado de las fuerzas nacionalistas a Taiwán. Importantes industriales de Shanghai y otras ciudades chinas llevaron sus familias, fábricas enteras y personal calificado a Sao Paulo, donde sus descendientes todavía están considerados entre los orientales más prósperos de la ciudad. Entre 1989 y el 2000, aproximadamente cien mil personas de China continental ingresaron a Sao Paulo (Consulado General de China en Sao Paulo, comunicación personal, enero 2000).  En julio de 1998, una amnistía concedida por el gobierno brasileño a los inmigrantes indocumentados que habían llegado antes de esa fecha, permitió la regularización de muchos chinos ya establecidos, y fomentó la venida de otros, quienes llegaron tanto antes como después de la fecha límite.  

En general, los chinos continentales y taiwaneses se identifican como miembros de una misma cultura.  Pero los chinos continentales por los motivos bien conocidos, no se integran con los japoneses; mientras que los taiwaneses y los japoneses sí tienen muy buenas relaciones, y frecuentemente hay matrimonios entre los jóvenes de ambas grupos étnicos.

En Sao Paulo hay numerosos intelectuales y profesionales chinos con título de las universidades brasileñas.  Cuatro empresas familiares chinas figuran entre las 300 empresas brasileñas más importantes.  En 1975, Lin Chiun Ming, pionero de los sembríos de la soja ganó un premio nacional por tener la empresa exportadora más importante del Brasil (Yang 1996).

El Municipio de Sao Paulo tiene 15 millones de habitantes y la llamada “Grande Sao Paulo”, que incluye las ciudades vecinas que han sido absorbidas por la capital del Estado, tiene aproximadamente 25 millones de habitantes.  En el corazón de la ciudad, cerca de la Plaza de la Catedral, está el barrio oriental Liberdade (Libertad); en años recientes, la municipalidad ha colocado un sistema de iluminación en sus calles que recuerda las tradicionales linternas chinas.  Aquí se encuentra tiendas, farmacias, librerías, restaurantes y hoteles manejados por japoneses, taiwaneses, chinos y coreanos.  En Liberdade no faltan los abogados, notarios, dentistas y otros profesionales; peluquerías tradicionales chinas y tiendas donde se pueden adquirir la mayoría de los ingredientes utilizados en la cocina china; hay farmacia y tiendas donde se expenden medicinas chinas en cápsulas, pastillas y líquidos.  Pero, a diferencia del Perú,  no se consiguen hierbas medicinales chinas, porque es prohibida su importación.  Sin embargo, algunos médicos acupunturistas han logrado que en Brasil se considere la acupuntura como medicina oficial para efectos del seguro médico. (2)

Sao Paulo tiene los templos budistas y taoístas más importantes de América Latina, fundados por los taiwaneses pero frecuentados también por chinos continentales.  Los templos y las iglesias chinas católica y protestantes promueven reuniones sociales de sus feligreses; pero existe un recelo en relacionarse con otros connacionales, pues corren rumores de actividades ilegales e incluso criminales.  Periódicamente se publica noticias de asesinatos en locales públicos donde las víctimas aparentemente han sido miembros de alguna mafia; y entre la policía prima la opinión poco favorable de los chinos por sospechas de contrabando de bienes y de personas.  Ocasionalmente salen artículos en los periódicos brasileños que se refieren a actividades ilegales de grupos chinos. (3)

Sao Paulo:  estudios de caso

Actualmente se considera que la colonia china en Brasil consiste de 120,000 personas entre taiwaneses y chinos de la República Popular.  Siguen algunos ejemplos de inmigrantes:

1)  El profesor Alexander Chung Yuan Yang de la Universidad de Sao Paulo (USP) nació en la provincia de Anhui, en China continental.  Durante su infancia, su familia tuvo que mudarse a diferentes ciudades, primero por la invasión japonesa y después por la guerra civil china.  En 1949, emigró a Taiwán junto con su familia; en Taipei estudió Ingeniería e Historia, y conoció a Lin Yu Tang y a Hu Shi.  En 1965 estuvo en España y otros países europeos, y en 1969 viajó al Brasil en busca de un amigo que vivía en el campo cerca de la ciudad de Sao Paulo.  Allí se dedicó al cultivo de champiñones y a la producción de taufu e hizo venir a su esposa y su hija de Taiwán.  Pero al poco tiempo decidió que su mayor vocación era la enseñanza, e ingresó a la Universidad de Sao Paulo, primero como alumno, y luego como profesor.  Durante muchos años ha tenido la cátedra de Literatura e Historia China. (4)  Ha participado en numerosos congresos nacionales e internacionales y tiene numerosas publicaciones en la revista de la USP que él dirige, llamada China em Estudo.  El profesor Yang desea que, con el tiempo se encuentre una fórmula para que Taiwán pueda reintegrarse a China continental.

Según Yang, la mayoría de los chinos en Brasil son budistas, y por ese motivo han surgido numerosos templos de esta religión.  Él enumera siete templos en Sao Paulo, desde el Mi To fundado en 1962, (5)  hasta la Filial Brasil de la Asociación Jen Ti (Yang 1995) que yo he frecuentado personalmente.  Un grupo de 20 personas entre los 150 feligreses de este centro taiwanés viajó en octubre de 1999 a una de las reuniones que su fundador realiza periódicamente en Redmond, Washington, USA.  En el barrio de Santo Amaro hay una gran iglesia católica con sacerdotes chinos donde las novias chinas pueden casarse con ritos tradicionales.

2) El Sr. Lin también es taiwanés:  tiene 72 años, es un empresario jubilado; vino al Brasil en su juventud como técnico de radio y luego hizo fortuna con un molino y una fábrica de tallarines chinos.  Es considerado uno de los jefes de la colonia taiwanesa, y frecuentemente ha ayudado a otros inmigrantes con préstamos, no siempre devueltos.  El Sr. Lin también opina que Taiwán es parte integral de China y debe volver a la madre patria.

Los dos hijos del primer matrimonio del Sr. Lin actualmente manejan el negocio.  El Sr. Lin se mudó del barrio de Lapa, donde residía, al de Morumbi, con su segunda esposa de origen portugués y su hija de nueve años, para que ésta pudiera atender la escuela española que ellos consideran la mejor de Sao Paulo.  El Sr. Lin considera que Brasil es un gran país para los chinos; según él “los brasileños son flojos y los chinos son trabajadores y progresan rápidamente”.  En las reuniones que hace en su casa los sábados por la tarde, para comer y cantar karaoke, el Sr. Lin conoció a la Sra. Wen y le alquiló una de sus tiendas en Lapa.

3)  La Sra. Wen es una inmigrante reciente de China continental.  Como muchos otros inmigrantes, ella se valió de la amnistía concedida por el gobierno brasileño en julio de 1998 para conseguir permiso de residencia.  Su cuñada, la Sra. Li, llegó después de la fecha límite para beneficiarse de la amnistía, sin embargo logró el permiso de residencia mediante el desembolso de dos mil dólares.  La Sra. Wen proporcionó el dinero, a cambio del cual la Sra. Li se obligó a trabajar para su benefactora por dos años sin sueldo.

La Sra. Wen tiene esposo y dos hijos en China, y aparentemente tiene en su ciudad natal, cerca de Wenzhou, una situación acomodada.  Vino a Brasil con capital, como “punta de lanza” para toda su familia.  Importó contenedores con maletas, pero tuvo problemas con la aduana por incluir mercadería no declarada.  Empezó vendiendo en un puesto dentro de un gran almacén en la Rua 25 de Março, donde se vende mucha mercadería de contrabando.  El propietario o administrador del complejo pidió a ella y a los otros comerciantes del local sus pasaportes los que, según alegó, fueron confiscados por la policía.  El Cónsul General en Sao Paulo concedió a la Sra. Wen un pasaporte nuevo con el que realizó su trámite de residencia.  Después de dos años en Sao Paulo, la Sra. Wen todavía habla y entiende muy poco el portugués y no se acostumbra a la comida y costumbres brasileñas.

4)  Otro inmigrante reciente quien se valió de la amnistía de 1998, es el Dr. Xia Zhang Hong Lai.  Nació en 1954 en Qingdao, provincia de Shandong, China, hijo de un dirigente Comunista administrador de un gran puerto de mar, y nieto de un intelectual y funcionario público de Harbin.  Estudió medicina tradicional primero en Beijing, luego fue discípulo, primero  de un monje budista y más tarde de un monje taoísta, ambos especialistas en medicina, en Qingdao; es discípulo del  representante para China del budismo de Sri Lanka, quien reside en Hong Kong.   El Dr. Xia tiene pasaporte peruano pues antes de mudarse a Sao Paulo, vivió por ocho años en el Perú donde tomó la nacionalidad peruana.   Participa en las reuniones de la Asociación Jen Ti, tiene una tienda en el centro de la ciudad, y atiende pacientes a domicilio.  Sus pacientes consideran que es una persona excepcional, pues además de sus extensos conocimientos de medicina y sus tratamientos exitosos, enseña principios filosóficos beneficiosos para la salud del cuerpo y del alma.  Se considera afortunado de vivir en el barrio Sao Francisco de São Paulo, que él llama “un paraíso”.

Lima

Nota histórica sobre la inmigración china al Perú y a Lima

Al tratar la historia de la inmigración china en el Perú, se debe distinguir entre los aproximadamente cien mil trabajadores contratados a mediados del siglo XIX para trabajar en las haciendas de la costa y en las islas guaneras, frecuentemente llamados “coolies” (véase STEWART 1951, RODRÍGUEZ PASTOR 1987, TRAZEGNIES 1995) (6); los comerciantes que llegaron a finales del siglo XIX y principios del XX, generalmente con capitales traídos de China o de California; y la inmigración más reciente de chinos continentales que buscan alternativas al sistema comunista de su país.

La inmigración de los llamados “coolies” chinos en el siglo XIX fue exclusivamente masculina. Los malos tratos fueron causa de levantamientos sangrientos:  la mayor sublevación fue en el valle de Pativilca en setiembre de 1870.  Entre 1200 y 1500 chinos participaron en la rebelión (RODRÍGUEZ PASTOR 1988, p. 94) (para una versión póstuma de los hechos, véase Anexo 1, Primera Parte).  Los intermediarios que “enganchaban” a los trabajadores chinos eran pequeños comerciantes también chinos que tenían tiendas en las mismas haciendas o en los pueblos cercanos. (Para el caso de la Hacienda Cayaltí, véase RODRÍGUEZ PASTOR 1988, p. 158; y véase el Anexo 2).  Ellos, y los trabajadores contratados liberados, se casaban o se “comprometían” con mujeres peruanas y les enseñaban a cocinar a su estilo; motivo por el cual los conocimientos de la cocina china se extendieron  primero entre las familias de condición más modesta.  Con el tiempo, tanto la cocina china como el sistema herbolario y de acupuntura interesaron a un sector relativamente grande de la sociedad peruana (BALBI 1999).  (7)

Los trabajadores de las haciendas que no regresaban a China afluían a la ciudad donde trabajaban como comerciantes, zapateros, carniceros, lavanderos, bodegueros y en otros oficios manuales. A partir de 1855, en la calle Capón cerca del Mercado Central de Lima, había locales donde se alojaban 7 a 10 chinos en cada cuarto.  En el “Callejón de Otaisa” y la “Casa Salaverry” dormían 4 a 5 mil chinos por noche y en ellos había juegos del azar y consumo de opio. En 1916 se consideraba que los chinos se habían adueñado del mercado minorista. (8)  

Con el tiempo, se importaron las semillas de las verduras chinas y a partir de 1888 se sabe de huertas donde éstas se cultivaba específicamente.  Muchos chinos entraban a las casas de familias peruanas como cocineros e interpretaban con éxito la cocina peruana; (9)  apenas ahorraban algo de dinero establecían una pequeña pulpería o bodega, o un restaurante.   En Lima no faltaron persecuciones a los chinos y saqueos de sus tiendas y pulperías.  También fueron objeto de burla y desprecio. (10)

A partir de mediados del siglo XIX en Lima se crearon varias asociaciones de ayuda mutua entre los inmigrantes chinos.  Las más importantes fueron la Beneficencia China, la Asociación Tung Sing que actualmente tiene un local en una azotea de la Calle Huanta, donde  se observa el culto al Dios Guangong;  y la Sociedad  Pun Yui  que tiene esculturas valiosas del siglo XIX y el altar principal dedicado a Guangong.  En la calle Miro Quesada está la Sociedad Lung Sing Sea que originalmente se llamó Zhong Shan, su distrito de origen (LAUSENT-HERRERA 2000).  

En los siglos XIX y XX hubo empresas comerciales chinas que tuvieron mucha importancia en la economía peruana.  Mayormente eran  filiales de firmas californianas o de Hong Kong: manejaron sectores importantes agrícolas del país y dominaron en la exportación (véase Anexo 1, Tercera Parte).   La firma china Wing On Chong fundada en San Francisco, California en 1868,  tenía un almacén en la calle limeña Plateros de San Pedro, que abrió en 1872, y sucursales en Lima y provincias.  Administró haciendas en el Valle de Chancay.  Importaba sedas, porcelanas, muebles laqueados, etc.  (LAUSENT-HERRERA 2000 p. 45).  En 1943 Wing On Chong era una de las tiendas más importantes de Lima, que además de vender productos chinos tenía casimires ingleses y otros productos importados de Europa.  Desapareció en 1971. (11)

La Iglesia católica se preocupó mucho de la conversión de los coolies a medida que éstos se integraban en la vida urbana.  En 1885 había en Lima sacerdotes católicos chinos que realizaban labor misionera entre los inmigrantes (LAUSENT-HERRERA 2000 p.33). (12) Los chinos bautizados eran enterrados en los cementerios católicos pero aparentemente los que no se bautizaban eran enterrados en panteones aparte (hubo uno en lo que es hoy la Av. Argentina.  (Cesar Garibay, comunicación personal).  En las haciendas los chinos no bautizados eran enterrados próximo a las huacas (LAUSENT-HERRERA 2000).

Desde 1871 hubo expendio de medicinas chinas en Lima, pero la municipalidad cerraba las boticas chinas arbitrariamente, y todavía en 1930 la aduana decomisaba hierbas medicinales chinas. Uno de los médicos chinos más famosos fue el doctor Pun Luy On quién atendía en la calle Mogollón, donde lo conocí ya anciano en 1943.  Su hijo, Dr. Jorge Pun de la Torre, actualmente tiene un consultorio y expendio de hierbas medicinales chinas en Higuereta, con numerosa clientela peruana.

Durante mucho tiempo, el Embajador de China en Washington tuvo a su cargo la representación para el Perú.  Recién a partir del año 1921, hubo Legación China en Lima.  Cheng Tsao Yu (también llamado Zheng Sa Zaorou, o Chian Chou Yu) fue el primer Embajador chino en el Perú quien apoyó la formación de la Beneficencia China (LAUSENT-HERRERA 2000, p.21). (13) Los chinos comerciantes y profesionales que llegaron al Perú a principios del siglo XX propagaron la imagen y las ideas de Sun Yat Sen.  En 1924 y en 1936 se fundaron las primeras escuelas en el idioma chino en Lima, que se fusionaron en 1962 para formar el colegio Diez de Octubre.  En 1962  los franciscanos crearon el colegio católico chino Juan XXIII.
 
En los años 30 se promulgaron leyes restringiendo la inmigración asiática, lo que, junto con el incendio que destruyó el mercado central en 1964, hizo perder parte del dinamismo al “barrio chino”.  Muchas familias se mudaron de la calle Capón a otros sectores de la ciudad, particularmente San Borja.En 1971 se inició una recuperación, (14) y a partir de 1997, con el desalojo de los ambulantes del mercado central y la renovación de los edificios del centro histórico, se modernizó la Calle Capón al estilo del China Town de San Francisco.

Actualmente (2000), Lima tiene más de seis millones de habitantes y tiene aproximadamente 2000 locales de comida china; en las carretillas ambulantes también se encuentra platillos chino /criollos llamados “combinado” (BALBI 1999 p.153).  El arroz chaufa (arroz frito con carnes, huevos y verduras) se ha convertido en un plato nacional.  En años recientes el gobierno peruano ha permitido el funcionamiento de los casinos anteriormente clandestinos, y los propietarios de algunos chifas los han convertido en casinos y establecimientos con “tragamonedas”.  Un empresario chino ha transformado un edificio de departamentos en Miraflores en el “Hotel y Casino Bruce” con restaurante tradicional chino y señoritas chinas para la atención a los huéspedes.  En el cuarto piso del hotel  funciona la agencia de viajes Tian Ma.

Lima:  Estudio de casos

Según el Consulado de la República Popular China en Lima (febrero del 2000), en el Perú hay 25,000 chinos con permiso de residencia;  85,000 personas nacidas en China con nacionalidad peruana; y 1.5 millones de personas peruanas por nacimiento con uno de sus padres o abuelos nacidos en China.  Este cálculo no incluye personas de Taiwán ni de Hong Kong. Siguen algunos ejemplos de inmigrantes:

1) Yang Jian Ping  nació en Shanghai en 1952, y estudió pintura en el Instituto Liu Hai Su, donde aprendió la técnica impresionista.  Durante la Revolución Cultural, teniendo que salir al campo, pidió  ser enviado a la provincia de Yunan por la belleza de sus paisajes.  Consiguió que se le liberara de las obligaciones agrícolas pues pintó un retrato de Mao Zedong que cubrió toda la fachada de la municipalidad del pueblo donde estaba destacado.  Luego fue profesor de pintura en un colegio de primaria en Shanghai.  En 1985 emigró al Perú, donde tenía un tío materno que lo avaló para que pudiera conseguir el permiso de viajar, y empezó a ensayar pintura modernista con acrílico.

Jian Ping ha expuesto sus obras más de 30 veces, de las cuales siete en Shanghai y las demás en Lima, siendo tres de ellas exposiciones individuales.  Pero la pintura no le rinde lo suficiente para vivir.  En Lima trabaja como profesor de Tai Chi Chuan y como especialista en maquillaje permanente (tatuaje).  En 1988 Jian Ping se casó con una señora peruana, divorciada con dos hijos, hija de chinos pero que no habla el idioma; después de dos años se divorció de ella y en 1998 se volvió a casar con una señorita china de 33 años.  No quiere tener hijos porque se considera viejo y considera demasiado difícil criar hijos en el mundo moderno.

Jian Ping siente mucha nostalgia por los paisajes de su país y no se acostumbra al clima invernal de Lima;  también extraña los colegas pintores en China,  como él aficionados a la música clásica occidental.  Se queja de que en Lima los chinos son comerciantes o cocineros, que no tienen tiempo ni cabeza para llevar una vida intelectual ni para interesarse por el arte y la música.   Pero considera que ya es tarde para que pueda retornar y hacerse una posición en su tierra natal.

2)  Wong Lai Si es china de nacimiento, de Tusan, provincia de Cantón.  Vino al Perú a la edad de 18 años acompañando a su abuelo; su padre, el Sr. Wong, es un miembro importante de la sociedad china en  Lima: es miembro de la Beneficencia China y presidente de la Asociación de los Inmigrantes de  Tusan, con 10,000 integrantes.  En 1998 organizó un gran banquete en el restaurante El Dorado, en el cual participaron muchos inmigrantes de Tusan.  Yo fui entre los pocos invitados peruanos.

Lai Si es trilingüe:  chino mandarín, cantonés y español.  Está bien integrada a la vida limeña;  ha vuelto algunas veces a su tierra natal, pero se siente más a gusto en Lima.  Ha trabajado como secretaria en una firma china y como profesora en el  Colegio Chino en el Perú.  Actualmente está encargada de la fábrica de minpao (pan de miga blanca con relleno de carne de cerdo o fríjol colado) que se expende en ocho tiendas de los supermercados E. Wong.  Ella con sus padres antes de iniciar ese negocio consultó con el sistema de adivinanza que se practica en el templo de la calle Huanta, donde el que dice ser sacerdote taoísta, Germán Ku, por veinte soles vaticina el futuro a paisanos y curiosos mediante el oráculo del I Ching.  Habiendo obtenido una respuesta positiva, iniciaron este negocio que les ha resultado exitoso.

3) La Dra. Chen Asan también es de la provincia de Cantón.  Vino al Perú en 1995 con el proyecto de crearse una posición que le permitiera traer a su familia.  Puso un consultorio en la Avenida Aviación en Lima,  y logró un permiso municipal para atender a los pacientes con medicinas tanto chinas como occidentales, y con tratamiento láser.  Luego se asoció a un medico naturista chino y con él se mudó a Tacna donde estableció un consultorio en que atiende a peruanos del lugar y a chilenos que vienen de Arica y de Iquique.  La especialidad de la Dra. Asan son  las enfermedades venéreas, pues en China trataba especialmente a las mujeres que trabajaban en los burdeles y a sus clientes.  Ha logrado en dos años de trabajo en Tacna crearse una clientela, y ha traído de China a su madre y su hija de 9 años.  La Dra. Asan logra mantener un ritmo intenso de trabajo a pesar de sufrir de anorexia.  Ella se considera “un alma”, no una persona como las demás, pues puede vivir solamente para el trabajo.

4) Los periodistas Susana Chang y Meng Ke xin, editora y redactor de la Voz de la Colonia China, respectivamente, se sienten orgullosos de trabajar para el diario más importante y de mayor circulación dentro de la colonia, con 87 años de existencia.  Susana estudió literatura en su natal Shanghai, mientras que Meng Ke Xin trabajó en la agencia de noticias China News Service como fotógrafo.  Susana llegó desde Bolivia al Perú en 1992 y habla el español bastante bien (Somos 1997).

Conclusión

En este trabajo se puede observar que la inmigración china a California ha influido poderosamente en los grupos inmigrantes a Brasil y a Perú.  En general, los chinos en estos países hubieran preferido inmigrar a Estados Unidos y se han decidido por Latino América por ser más fácil el ingreso a estos países.  Sin embargo, hay algunos que prefieren la vida en América del Sur que en América del Norte.  Así como en otros países occidentales (TUNG 2000), los chinos inmigrantes en Brasil y Perú tienen mucha dificultad en aprender el idioma local y por tanto no llegan a integrarse en la sociedad nacional.  Forman más bien enclaves en que limitan sus relaciones comerciales, profesionales y sociales al grupo de sus connacionales.  Sin embargo, tampoco se integran entre ellos; más bien forman grupos cuyo lazo principal es el de la parentela, o, en un ámbito más amplio, el de la ciudad, pueblo, o dialecto de origen.

En Brasil no se ha dado persecución abierta a los chinos aunque existe una cierta ambigüedad en relación a los orientales y preocupación de la policía a respecto de las actividades ilegales de algunos.  Pero los brasileños son tolerantes de los inmigrantes en general. (15)

Entre los peruanos existe una mística relacionada con la cultura clásica china.  El Centro de Estudios Orientales de la Pontificia Universidad Católica de Perú ofrece, además de enseñanza de los idiomas mandarín y cantonés, un curso de extensión sobre Taoísmo, al que asisten mayormente señoras peruanas.  En muchos parques de las zonas residenciales se practica el Tai Chi al amanecer y la medicina china es bastante difundida entre los peruanos.  Algunos intelectuales buscan señales de una presencia oriental prehistórica en la costa peruana. (16)

 En ambos países existen empresarios y profesionales que son chinos de nacimiento o por lo menos de ascendencia.  Pero la medicina y la culinaria china han tenido más influencia en Lima que en Sao Paulo.  Cuando recién llegué a Lima en 1943, mis familiares peruanos me recomendaron que consultara al Dr. Pun quién me recetó cocimiento de hierbas.  En Sao Paulo no había escuchado que un brasileño consultara a un médico chino.  Las casas de la elite peruana ostentaban jarrones de porcelana, muebles incrustados de nácar, y biombos pintados chinos que yo muy poco había visto en Brasil.  Pero sí conocí en Sao Paulo la chinoiserie y la porcelana inglesa, imitaciones europeas del arte chino.  En los hogares peruanos se preparaban platos cantoneses.  Y los chifas de la calle Capón eran muy frecuentados tanto por peruanos como por orientales.  Actualmente, la diferencia en el número de restaurantes chinos es sintomático: 300 en São Paulo, una ciudad de 15 millones de habitantes; y 2,000 en Lima, ciudad con menos de la mitad de población. (17)  Las verduras que en el Perú tienen nombre chino como el kión, cebollita china y calabaza china, en Brasil llevan nombres europeos, no orientales.

En Sao Paulo son mucho más visibles los japoneses y los taiwaneses que los chinos del continente especialmente en el barrio oriental Liberdade.  En Lima, el “barrio chino” es de poca extensión y modesto; y hoy en día son relativamente pocos los orientales que circulan ahí;  pero  tiene un carácter típicamente chino. Y en Lima es notable el número de publicaciones de amplia difusión que tratan sobre inmigración china, cuales los libros de Mariella Balbi, Wilma Derpich, Isabelle Lausent-Herrera, Humberto Rodríguez Pastor y Fernando de Trazegnies, este último Ministro de Relaciones Exteriores del Perú.  En Sao Paulo no he encontrado el equivalente entre autores brasileños.  Existe el libro en chino de Yuan Yiping (1995) que trata de casos exitosos de sus connacionales en Brasil.  Este autor nació en Qingdao, China en 1954, es periodista y emigró al Brasil en 1991.  Es redactor en jefe del periódico chino Baxi Qiao Bao.  Y la USP publica la revista China em Estudo con artículos de sinólogos orientales y occidentales.  Pero el libro de Yuan circula solamente entre personas de habla china, y la revista de la USP es poco conocida afuera del mundo académico.

En cuanto a religión, en Sao Paulo la fuerza del budismo ha sido mayormente por la influencia de los taiwaneses y muchos chinos continentales están aprendiendo de los taiwaneses el budismo, que fue prohibido por el gobierno comunista.  Esta influencia ha faltado en Lima donde no hay templos chinos con monje guardián budista, quizás por la fuerza de la Iglesia Católica que se ha esforzado por convertir a los inmigrantes.  Más bien en Lima se ha conservado el culto al dios Guangong.  Los nuevos inmigrantes al Perú no profesan religión, y si realizan algún rito, lo hacen en la intimidad del hogar, o a lo sumo, en un restaurante.  Pero cada Año Nuevo chino hay un gran desfile en las calles de Lima con dragón y leones chinos, al que asiste gran cantidad de público, y se saca al dios Guangong en procesión.

Posiblemente por ser la capital del Perú, la presencia de la Embajada China se hace sentir en Lima más de lo que sucede en Sao Paulo donde existe un Consulado General en la Rua Estados Unidos.  En la Pontificia Universidad Católica de Perú se enseña el chino con los 3,000 caracteres “simplificados” y la transcripción pin yin impuestos por el gobierno comunista en 1958; en la Universidad de Sao Paulo se enseñan los caracteres tradicionales con la transcripción Wade Giles que se usa en Taiwan.  En el Perú, cuando se dice “chino” se entiende oriental: véase el caso del Presidente del Perú, Alberto Fujimori, hijo de japoneses, a quien los peruanos llaman “El Chino”; mientras que en Brasil, se generaliza diciendo japonés.

Este trabajo es apenas una primera aproximación a casos comparativos de la inmigración china en dos  países de América del Sur.  Falta estudiar mejor los motivos por los cuales se han dado diferencias entre el nivel de aceptación transcultural tanto de parte de los inmigrantes como por parte de la población receptora.  Es importante también establecer cuál ha sido la importancia económica y política de la inmigración oriental para los países receptores, y cuáles los vínculos entre las empresas chinas y taiwanesas en Sao Paulo y Lima con la economía global.  Supuestamente,  sería útil ampliar estos estudios comparativos a los demás países de Latino América.

Notas

1. - La palabra té en castellano y en los demás idiomas europeos viene de la pronunciación del dialecto de la provincia de Fuchien.  El nombre “chá”, que se usa en portugués, en Japón, Persia y Rusia proviene de la pronunciación cantonesa y mandarín (Yang 1997).
2. - En el campo de la medicina tradicional china hay especialistas en Acupuntura, Do-ing y Quging y profesores del Tai Chi Chuan.  En Brasil se publican dos diarios en lengua china y varias revistas ilustradas. Intelectuales famosos chinos han visitado el Brasil: el filósofo moderno Lin Yu Tang; el Cardenal  de Nanqing Yu Ping; los pintores Chang Ta Chien y Wu Chuen Sen; y el ganador del Premio Nobel en Física Dr. Yang Chen Ling (YANG 1996; véase también YU 1996).
3. - El 08 de marzo de 1999 el Jornal da Tarde, p. 17, publicó un artículo: “Mafia asiática: la organización criminal se fortalece en Sao Paulo:  el paso que sigue al terror y la extorsión de inmigrantes chinos y coreanos son los fraudes, las falsificaciones y el tráfico de heroína”  Según el artículo, el blanco de los bandidos asiáticos son los integrantes de sus propias colonias que han prosperado en el comercio o los negocios. Los inmigrantes chinos corren riesgos porque acumulan dinero convertido en dólares u oro por no saber o no poder hacer uso de los servicios bancarios.  Las víctimas de violencia y extorsión suelen callar por el hecho de que muchas están ilegalmente en el país, y por el miedo de venganza contra ellos e inclusive contra los familiares que han quedado en la China.
4. - La USP es la única universidad del Brasil y de  América del Sur que está acreditada con curso de idioma chino, el que se inició en 1968.  Los cursos son de cuatro años:  la mayoría de los profesores son taiwaneses habiendo un profesor visitante de China continental.  En 1972 se había fundado la sección de estudios orientales en la facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de la USP, que comprende actualmente  siete idiomas: árabe, armenio, chino, hebraico, japonés, ruso y sánscrito.  En 1993, gracias al apoyo de la USP, la Universidad de Brasilia inició un curso de extensión del idioma chino en que se enseñan los caracteres chinos tradicionales como se siguen utilizando en Taiwán.  Cada año se enrolan entre 40 y 50 alumnos nuevos para el curso de dos años, siendo la mayoría de los alumnos de origen japonés (YANG 1995).
5. - En esa época, la colonia china en Sao Paulo predicaba el budismo también en otros lugares de América del Sur. Su objetivo era crear un templo donde alojar los monjes chinos que habían salido del país por causa de la guerra civil.  Durante más de 30 años el Maestro Chi Ming atendió a millares de budistas. Falleció en 1992, en el Hospital Sao Paulo, con más de 80 años.  El Templo continúa con un guardián que fue su discípulo (YANG 1995).  Es posible que la campaña budista fuera financiada por intereses políticos anticomunistas, a favor del gobierno nacionalista de Taiwan.
 6. - La obra (1995) de Fernando de Trazegnies consta de dos tomos.  En el primer  tomo el autor ha creado una historia novelada con personajes imaginarios para describir la vida de los trabajadores contratados chinos en el siglo XIX.  Basándose en los libros de Watt Stewart, Humberto Rodríguez Pastor y otros autores no aporta información nueva.  Aparentemente, Trazegnies no conoce suficientemente la idiosincrasia oriental para poder profundizar en imaginar los sentimientos y el comportamiento íntimo de los personajes que él crea.  En el segundo tomo, Trazegnies hace una larga disquisición sobre los aspectos legales de las contratas injustas y de los tratos inhumanos que se dieron casi sin excepción, a los coolies.  Quizás la parte más interesante y la que recoge de fuentes más diversas es la sección muy breve sobre las sublevaciones.  Pero Trazegnies no trata un aspecto históricamente muy importante:  los enganchadores chinos en el Perú quienes aprovechaban la ignorancia y la pobreza de los trabajadores cuya contrata se vencía, para engancharlos en nuevas contratas con condiciones similares.
7. - En 1931 en el Perú la colonia china inició la publicación de la revista Oriental.  A partir de 1941 se empieza a utilizar el término “chifa” para señalar los restaurantes chinos y que es una deformación de la voz cantonesa chiufan que significa hacer comida o cocinar.  El primer chifa fue el Kuong Tong montado en una antigua casa de Lima que aprovechaban la pileta de la entrada para  peces y camarones.  Se servían también platos peruanos.  No había refrigerador, se utilizaban bloques de hielo en un cajón de fierro galvanizado colocado en la vitrina.  Otro restaurante famoso fue el San Joy Lao que en 1934 se remodeló construyendo un edificio de tres pisos con escalera de mármol en la entrada.  En 1945, la cuadra 7 de la calle Capón albergaba 6 chifas importantes.  (BALBI 1999).  
Balbi señala que la mayoría de la inmigración de trabajadores contratados fue de la provincia de Cantón, y que los contratos requerían el abastecimiento diario de arroz; ése fue uno de los motivos por el cual se empezó a importar arroz al Perú.  Cuando liberados, los chinos tendían a ir a las ciudades, donde abrieron restaurantes frecuentados por chinos y por peruanos.  Ernst Middendorf en 1894 decía:  “La última clase de restaurante está constituida por las cocinerías chinas, muchos de ellos repugnantes agujeros, cuya comida es más barata y de ninguna manera peor que la de las fondas peruanas, razón por la que en la actual pobreza general, muchas familias, de las que nadie lo supondría, adquieren su comida, muy sigilosamente, de estas despreciadas cocinerías de los asiáticos”  (BALBI 1999).
 8.- Colindantes con el Mercado Central, construido en 1854, en la calle Capón se instalaron numerosas tienditas que fueron acaparadas por negociantes chinos.  En 1859, el diario El Comercio comentaba una reunión de aproximadamente  300 chinos que fumaban opio en una casa de la calle Capón. Había también casas comerciales que importaban objetos de seda, laca y de marfil, así como té; y había bancos chinos y filiales de tiendas de Cantón y de San Francisco.   La calle Capón fue el núcleo del barrio chino, pero en el barrio que rodeaba el Mercado Central había también comerciantes de otras nacionalidades, especialmente italianos.
Entre los contribuyentes chinos de 1885 estaban las firmas Pow On, Kwong Lu y Co., Wing Sing y Jua On y Co. de primera categoría, dedicados a almacenes y abarrotes, tiendas de artículos chinos, que pagaban entre 100 y 50 soles de impuesto a las ventas; una barbería de segunda clase, y una carnicería de primera; dos médicos chinos de primera clase, los señores Changini y Lon Jing, que pagaba, cada uno, 50 soles al tesoro; y tres zapaterías. Se mencionan 383 pulperías, de propiedad de 16 asiáticos, y 300 a 400 encomenderías.  También había dos casas de préstamo de segunda clase, que pagaban 100 soles cada una (DERPICH 1999).
9.- En 1912 ó 1913, había un cocinero chino en Palacio de Gobierno.  El Presidente Oscar  Benavides había traído del Caquetá a un muchacho “chuncho” (indígena) y lo estaban criando en Palacio.  El chino lo fastidiaba todo el tiempo, y un día el chuncho le tiró un cuchillo que le cayó en la pierna: entonces el chuncho se escapó y se fue hasta la Hacienda Marques en La Taboada, que queda en la costa,  se metió al mar y se ahogó y desapareció (ORBB, comunicación personal, julio 1980)]
10.- En los años 20, los chinos hacían  castillos de fuegos artificiales para celebrar sus fiestas.  Cuando terminaban, el entretenimiento de los niños era perseguir a los chinos por la calle jalando la trenza de los que todavía usaban el pelo largo (ORBB, comunicación personal julio 1980).]
11.- Según Derpich (1999), la Casa Wing On Chong y Co. era sucursal de una gran firma en Cantón.  Estaba destinada al cultivo y exportación de algodón, y tenía tres locales donde vendía finas mercaderías: en la calle de Plateros de San Pedro, en Bodegones y en Zavala.  Usufructuaba las Haciendas Boza y San José en el valle de Huaral, donde cultivaba tierras nunca antes aprovechadas.
Entre los chinos más respetados estuvo Aurelio Pow San Chia quien fue condecorado con la Orden del Sol del gobierno del Perú (DERPICH, 1999).  Adquirió las haciendas cercanas a Lima:  su hijo político Guillermo Ch. Kongfook, administraba las haciendas La Estrella, Pedreros, Villa y Huachipa, donde se producía algodón y azúcar con modernas maquinarias, dando ocupación a 1,400 trabajadores peruanos, y la hacienda Bocanegra.  El Sr. Pow San Chia fue presidente de la Compañía Naviera y de la Cámara de Comercio Chinas, director de la compañía de Seguros La Unión y presidente de la Sociedad de Beneficencia China; y apoyó los periódicos  La Voz de la Colonia y Guomindang  (LAUSENT-HERRERA 2000).  En 1918 la firma del señor Pow San Chia [Xie Baoshang]  fue evaluada en un millón de dólares.
El señor Santiago Escudero Whu manejó la negociación Pow On & Co. de Comercio y Agricultura, fundada en 1897 en Lima;  Escudero Kenchau y Co., Sociedad Agrícola en Chancay, Chancayllo;  Hop Sang Lung y Co., Negociación Agrícola Upacá en Pativilca;  Escudero Lee y Co.; la hacienda Casa Vieja en Sayán; Escudero Geng y Co., las propiedades Santa Rosa y Carolina en Chiclayo.
12.- Uno de los primeros religiosos chinos fue José María Lariva, de Namjoy en China, quien vino joven al Perú y estudió en el Seminario de Santo Toribio.  En 1885 participó con el religioso chino Juan Manuel Chávez y el Obispo de Hong Kong, Monseñor Giovanni Raimondi, hermano menor del sabio Antonio Raimondi, en la fundación de la Sociedad Colonial de Beneficencia China.  Capellán de la iglesia de Santa Catalina y después de la de Montserrat, fue nombrado luego misionero apostólico.  Fundó en 1888 la Hermandad del Corazón de Jesús y más adelante un colegio religioso para chinos en la calle del Conventillo de San Pedro Nolasco, el Colegio de Nuestra Señora de las Mercedes.  Fundó en 1910 con el jesuita español, el R.P. José Pineda, la Sociedad de los Chinos Católicos del Sagrado Corazón de Jesús.  Los dos se encargaron de la comunidad china de Lima (LAUSENT-HERRERA 2000).  (Véase también Anexo 1, Segunda Parte).
13.- En 1879, una sociedad china creó el Teatro Chino en la calle Guaquilla; y en 1924 se levantó el Teatro Olimpo en La Victoria, con capacidad para mil espectadores, donde se presentaban compañías chinas en funciones que duraban día y noche por tres o más días.  En 1959 se inauguró el nuevo edificio de la Beneficencia China con un salón con capacidad para 800 personas y cuartos para alojar ancianos.  Otras instituciones chinas en Lima fueron fundadas para el culto de los ancestros y con elementos constitutivos del Confucianismo, donde se practica la devoción al que fue un general chino elevado al rango de divinidad con el nombre Guangong (LAUSENT-HERRERA 2000).
14.- En 1971 los representantes del gobierno taiwanés donaron la Portada China y el alcalde de Lima Eduardo Dibós procuró mejorar la calle Capón, pero el reconocimiento diplomático de la República Popular China causó desconcierto entre la mayoría de los inmigrantes chinos.
15.- Una amiga china, nacida en Trinidad, Caribe,  casada con un profesor inglés, me contó que, recién casados, se fueron a vivir a Brasil porque era el único país donde no había discriminación racial contra los orientales; en Trinidad su marido sufría de ostracismo por haberse casado con ella.  Pero más tarde esa pareja vivió feliz muchos años en el Perú donde tenían amigos europeos y peruanos.
16.- Según Hernán Horna (1990 y comunicación personal setiembre 2000), un monje budista en el siglo XIII viajó a America Perú donde permaneció durante 40 años, antes de retornar a China para presentar un informe al Emperador. Según  Horna “los chinos sí visitaron las Américas, incluyendo el antiguo Perú, más de una vez. Pienso que en el futuro los chinos encontrarán más documentación al respecto”.
 Fernando Llosa s/f [1999] argumenta que el monumento de Sechín, en Casma, supuestamente de la cultura Mochica, encierra simbolismos de la cultura china.  Las dos figuras grabadas en los monolitos de las esquinas de la fachada representarían a la pareja mítica de los albores de la historia del extremo oriente:  Fo-Hi y Niu-Kua.  Eran hermanos y constituyeron “la primera pareja de casados”.  El descubrimiento de ocho trigramas de Fo-Hi, quien reinó a partir del año 3468 a. C., dio origen a tres libros o tratados, dos de los cuales se han perdido: el Lien Shan, libro de las Cadenas de Montañas o Libro de los Principios Inalterables, y el Koueitsang, Libro del Retorno.  El tercer libro es el I Ching, Libro de los Cambios dentro de la Revolución Circular, considerado el primer monumento o Libro de Sabiduría del cual tenemos conocimiento.
17.- Aunque algunos chinos recién llegados al Perú encuentran que los chifas peruanos sirven comida criolla, no china, creo que exageran.  Sin embargo, debo reconocer que en 1943, cuando conocí la comida china en Lima por primera vez, ésta era más auténtica de lo que es hoy día.  Y en los chifas no existían los comedores grandes de ahora, solamente los cubículos para grupos individuales tradicionales, separados por cortinas, donde los chinos fumaban, bebían y hablaban a gritos.
En los chifas más importantes los cocineros generalmente son chinos; pero, en los de menor categoría son peruanos, quienes a veces han aprendido con un chef chino.  A partir de 1980 se han abierto algunos chifas que sirven comidas de regiones diversas: Sichuán, Shanghai y Pekín.  Un experimentado cocinero chino criticaba el uso excesivo del sillao oscuro que hacen los peruanos; y la limitación en materia de carnes que no incluyen los interiores y otras carnes que se usan en China (BALBI 1999).  El té chino fue importado por las firmas chinas más importantes que lo vendían a sus connacionales pero también a los peruanos quienes, imitando la costumbre inglesa lo consumían en las tardes, al igual que el té de la India. Pero los peruanos no se acostumbraron a tomar té chino junto con las comidas; sino que lo reemplazaron con las gaseosas, principalmente la Inca Kola.

Bibliografia citada

BALBI, MARIELA. Los  chifas  en  el  Perú:  Historia y Recetas.  Lima, Universidad San Martín de Porres, Escuela de Turismo y Hotelería.
DERPICH, WILMA, 1999  El  otro  lado  azul:  150  años  de  inmigración  china  al  Perú.   Lima.  Fondo Editorial del Congreso del Perú
HORNA, HERNÁN s/f  [1999]    La Indianidad antes de la independencia latinoamericana. Uppsala, Acta Universitatis Upsaliensis
LAUSENT-HERRERA, ISABELLE Sociedades y templos chinos en el Perú.   Lima, Fondo Editorial del Congreso del Perú.
LLOSA, FERNANDO s/f     Sechin: monumento-mito.  Lima, Imprenta Miraflores E.I.R.L.
RODRÍGUEZ PASTOR, HUMBERTO  Hijos del celeste imperio en el Perú (1850-1900):  Migración, agricultura, mentalidad y explotación.  Lima.  Instituto de Apoyo Agrario
Somos “El Barrio Chino: los nuevos encantos”.  Por Jorge Riveros.  (XI) 564, 27 de setiembre: 18-20.
STEWART, WATT 1951    Chinese Bondage in Peru: A History of the Chinese Coolie in Peru, 1849-1874.  Durham, N.C.  Duke University Press.
[1951] 1976    La servidumbre china en el Perú.  Lima. Mosca Azul.
TRAZEGNIES, FERNANDO DE  En el país de las colinas de arena.  Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú. 2 Tomos.
TUNG, MAY PAOMAY 2000    Chinese Americans and their Immigrant Parents: Confict, Identity, and Values.  New York, The Hawirth Press, Inc.
YANG, ALEXANDER CHUNG YUAN 1994  “Culinária chinesa nas Américas”.  En:  China em Estudo.  (1): 39-50.
1995 “O Budismo entre os Chineses no Brasil”. En: China em Estudo.  (2): 49-58.
“Os intelectuais chineses e suas contribuçoes ao Brasil”.  En: China em Estudo.  (3): 127-136.
“A introduçao da cultura do cha no Brasil (1812-1918)”.  En China em Estudo. (4): 99-139.
YUAN YIPING   Colecão de entrevistas a chineses célebres de ultra mar dol Brasil.  [Traducción del chino por Carine Bocabeille].  2 Tomos.  Sao Paulo.
YU, ABRAHAM S.O. “Analise preliminar das empresas brasileiras controladas por chineses e suas relaçoes comerciais com a China, Hong Kong e Taiwán”.  En: China em Estudo  (3):  53-71.

Anexo 1

Entrevista a Francisco Mendoza y Canaval:
(julio de 1980)

Primera parte:   los trabajadores chinos contratados y la insurreccion de 1870

[Francisco Mendoza y Canaval era miembro de una de las familias más tradicionales de la sociedad limeña.  Tenía aproximadamente 77 años en ocasión de esta entrevista.]

A mi madre siempre le oí decir que sus padres tuvieron que postergar el matrimonio el mismo día que se iban a casar, el 3 ó 4 de setiembre de 1870.  Se suspendió la boda porque le avisaron a mi abuelo don Enrique Canaval y Munarri que había una gran sublevación de chinos en la Hacienda Upacá, que era propiedad de él, y también en la Hacienda Potao que era del señor Juan Arrieta.  Mi abuelo tuvo que salir llevándose un buen número de soldados armados; y cuando llegó a la Hacienda Upacá se encontró que en los callejones dentro de los potreros había infinidad de muertos; y por datos posteriores se supo que en la Hacienda Upacá habían muerto 300 chinos.  La insurrección abarcó  estas haciendas; y los chinos tenían previsto  irse también al norte, más arriba.  Pero se adelantaron en la sublevación que no coincidió con la que los del norte tenían ya preparada, y por eso fracasó.

En la Hacienda Upacá los chinos saquearon la casa; no mataron al administrador don  Rufino Suazo, quien se pudo salvar;  pero las otras personas que estaban allí las mataron en el comedor.  Luego se fueron a otras haciendas, y a la Hacienda Potao del señor Arrieta.  Él pudo ver que se venía esta avalancha de gente, que  era más de 1,500 chinos insurrectos, así que encerró en el interior de la casa a  la señora Zuloaga, su esposa, a las hijas e hijos jóvenes  y a todas las mujeres que había en la hacienda.  Las metió en el interior de la casa, se parapetó con armas de fuego y defendió durante dos horas heroicamente su casa.  Los chinos venían con lanzas,  palos, hachas,  lampas; y él disparó contra ellos y dejó delante de la casa, según datos, 50 chinos muertos.  La valentía del señor Arrieta los descorazonó a los chinos así como también el refuerzo de armas de  soldados que trajo mi abuelo, e impidió que pasaran los chinos, como tenían previsto y ya estaban para hacerlo,  para saquear Supe y Barranca.  Sobre todo dicen que el señor Arrieta ya les hizo perder fuerza y vieron que no podían luchar solo con lampas, palos y hachas contra las armas de fuego y así se detuvo la insurrección, que fue iniciada y propiciada por una “Junta de insurrección asiática”, que así se llamaba; y resulta que no le habían dado la debida importancia desde el principio; y así fue que lograron tener contacto los de la junta por medio de personas que mandaban a las distintas partes del norte y así fue como propiciaron la insurrección.  

A los chinos se les contrataba y venían a trabajar por un buen número de años, pasado ese número de años ellos regresaban a la China.  Pero en realidad se les consideraba esclavos:  porque como don Ramón Castilla dio la libertad a los negros, se encontraron con que no había gente para trabajar en las haciendas y en la agricultura, entonces se dio esto de traer a cargueros que venían, especialmente de Macao, con los chinos.   A la agencia que los traía se le pagaba 1,000 soles por cada uno de estos chinos que trabajaba.  Mi abuelo había tenido en el pasado una gran cantidad de éstos y es seguro que fueron 300 los que murieron, o sea fue 300,000 soles lo que perdió de golpe en esta insurrección, que para aquella época era una fortuna inmensa.  

No sé cuál fue el final de la hacienda Upacá que fue de mi abuelo.  Mi bisabuelo José Marcelo Canaval fue formando la hacienda Paramonga: la haciendita Chacrita Fortaleza (justo la Fortaleza de Paramonga) era de su madre; fue comprando por rededor a los vecinos y las anexó a Upacá, hasta que formó la empresa  Hacienda de Paramonga que tenía unas 1,500 fanegadas y que las trabajó él; fue la gran Hacienda Paramonga.  En Upacá murió mi bisabuelo repentinamente.

Segunda parte: los chinos en Lima

Los chinos naturalmente eran paganos y cuando trabajaban en casas o en las haciendas, las señoras o los mismos dueños trataban que se hicieran cristianos y al bautizarse tomaban el nombre y el apellido del patrón. Hubo un gran número que se convirtieron y algunos de ellos vivieron muchos años, yo llegué a conocer algunos muy viejos.  Los vi en la Iglesia de San Pedro porque asistían a la novena de Nuestra Señora de la O.  Parece que se llegó a formar una cofradía de chinos o a lo menos como habían sido bautizados por jesuitas recurrían siempre a la Iglesia de San Pedro.  En Lima hubo un famoso apóstol entre los chinos, una señora que se llamaba Dominguita Fajardo y que se dedicaba a catequizarlos o a ayudar a los que ya se habían convertido.  Cuando murió esta señora Dominguita Fajardo se tomaron fotografías de ella rodeada de la colonia china y la querían y mimaban mucho.  Ella era peruana, no sé si sería blanca o mestiza.

 Cuando ya se abolió por completo esta cuestión de tener esclavos chinos, porque los llamaban esclavos, ya podían regresar a China.  Pero en la casa de mi abuelo Canaval aquí en Lima, él había traído algunos chinos de la hacienda y había destinado dos para mi mamá cuando era chica para cuidarla: uno era su cocinero y el otro su lavandero.  Uno se llamaba Lazau y el otro se llamaba Cacalau.  Cacalau tenía un perro al cual le puso por nombre José, así que el dueño se llamaba Cacalau, y su perro José.  Cuando les dijeron que eran libres, que se podían ir, ellos dijeron que por nada, que no se iban y se quedaron viviendo en la casa y sirviendo bajo el régimen de servicio ya con una remuneración y no gratis, hasta que uno de ellos murió.  El otro se dio un golpe y le vino una gangrena grande en la pierna.  Los médicos dijeron que había que cortarle la pierna.  Esto llegó a noticias de sus amigos chinos  y en un  momento se metió por el callejón un regular número de amigos chinos y se lo raptaron para que no le llegaran a cortar  la pierna.  Porque como los chinos creían en la resurrección  en la misma forma como han muerto, se lo llevaron a fin de curarlo  con hierbas con métodos chinos para que no le cortaran la pierna.  Pero después lo devolvieron porque dijeron que apestaba mucho.

Los chinos que no regresaron a su tierra se agruparon aquí en Lima y comenzaron a tener negocios de pulpería, lo que hoy llaman bodega; tomaban especialmente las esquinas, yo he conocido tantísimos chinos pulperos y todavía hay.  Generalmente tomaban el apellido del que había sido su patrón, pues por lo general el patrón era el padrino, por eso ha habido bastantes chinos Canaval: el cocinero o el lavandero Lazau se llamaba José Antonio Canaval.  Se fueron agrupando en los alrededores de la plaza del mercado y en la calle Capón formaron una colonia que prácticamente fue la colonia más numerosa que había, la única que se distinguía por vivir en un sitio.  La colonia italiana, que también fue bastante numerosa, no se radicaba en un lugar determinado.  Además de las famosas pulperías los chinos tuvieron garitas que eran casas clandestinas de juego y en la trastienda quedaban los fumaderos de opio.

Aún existe la colonia bien numerosa y ha llegado a un nivel superior, pero siempre continúan en los alrededores de la plaza del mercado y en el Jirón Paruro.  Hoy en día han cambiado los de mejor situación, ya no tienen las pulperías porque éstas han pasado a nacionales o a italianos.  Luego se dedicaron a las pequeñas tiendas de muebles, tanto nuevos o mueblerías de compra y venta. Los Wong tenían una gran tienda en la Oroya y luego en la calle Billingurst tenían otra tienda de abarrotes.    

Tercera parte: diplomaticos  y empresarios chinos en Lima

La familia Canaval tuvo vinculación con los primeros ministros de China que vinieron al Perú.  El primero se hospedó en lo que hoy día es la Casa de la Cultura en la Plazuela de San Francisco frente a la Iglesia del Milagro, la que todos los limeños hemos conocido siempre por la Casa de Pilatos.  Perteneció en la época de la colonia a la familia Jarada Esquivel y Guzmán, emparentados con los Carrillo de Albornoz y con la familia Zavala.  Yo conservo todavía la taza de lavatorio regalada por el Ministro a mi abuelo Enrique Canaval; no queda nada más de lo que era el gran juego del lavatorio:  la jarra, cepillera, jabonera y no sé que otras cosas más, sino una gran taza china que estaba a la entrada de la casa.  Fue obsequio a mi abuelo junto con una preciosa mesa de caoba labrada y que tenía como tablero jaspe y mármol rosado.  Los ministros chinos tomaron la Casa de Pilatos porque nadie quería vivir en ella:  hay toda una tradición de Palma, porque allí vivía el portugués Miguel Bautista Pérez, la gente tenía miedo de vivir por allí, entonces se la alquilaron a los chinos.  

Había un señor Santiago Escudero Whu, quien fundó su familia en Lima, creo que su señora también era china.  Tuvo varias hijas a las cuales las educó muy bien y una de ellas fue directora de la revista china que se publicaba en Lima.  Este señor no sé cómo se vinculó con mi padre, porque yo lo conocí cuando era muy niño y desde entones lo he visto en mi casa.  Era de una generosidad tan grande este señor que le regaló a mi padre un juego para 12 personas que constaba de sopera, soperas más chicas, fuentes desde tamaño mediano hasta más pequeñas, fruteritos de varias clases como tres, de soperitas pequeñas dos y todo el juego para 12 personas con tazas, platos de postre, platos extendidos y platos soperos, incluso su juego de té:  tetera, azucarera, lechera y sus 12 tazas.  Éste fue un regalo que le hizo una vez, el otro fue una cosa maravillosa:  un escritorio de caoba, pero no de la muy oscura, todo incrustado con laca con concha de perla, con dos o tres cajones a los costados, en cada lado.  No tengo idea como este señor se enriqueció, pero parece que fue de la agricultura en el norte.  La familia Escudero le fue mal en los negocios y terminó, porque la hija estaba muy necesitada y casi no podía pagar el alquiler.

Este gran escritorio todo enconchado tenía silla giratoria con brazos, con respaldo y tres pies y me acuerdo que la parte de atrás tenía una especie de placa grande de mármol, no exactamente igual pero de un tono más claro.  Lo vendimos cuando se deshizo la casa de mis padres en la calle de la Amargura en el jirón Camaná que construyeron ellos, la vendimos los tres hermanos Mendoza.

Otro regalo fue una mesa de juego, que todo el centro era de  mármol (jade) era grande  y alta con las patas medio torneadas, toda también con incrustaciones de conchas de nácar y una especie de división abajo y cuatro banquitos para sentarse para jugar cartas o jugar mahjong.  De mármol los asientos con las incrustaciones de concha de nácar.  Y otra vez, regaló un juego de té de cloisonné chino que es bastante más corriente que el cloisonné japonés, pero era más curioso:  era un azafate redondo que tenía tetera, lechera, azucarera y como 4 tacitas pequeñas con sus platitos, todo el fondo negro y encima medio amarillo y con unos grabados, y el fondo de las tazas cubierto con un esmalte azul oscuro.  

Mi bisabuelo tenía una colección de muebles chinos maravillosa.  La hemos tenido que vender porque ya no cabía en ninguna parte y solamente nos hemos quedado con un pedestal, un mueble japonés, unos banquitos y jarrones chinos.  Esos mi padre por intermedio de la casa Wing On Chong los mandó traer de la China.  Encargó varios muebles porque teníamos un hall muy grande en la casa donde yo nací y mi padre arregló el hall todo con muebles chinos.  Estaba el escritorio, el mueble japonés y un lindo biombo de cinco ó seis hojas; todo de caoba, con incrustaciones de nácar y cada hoja era un precioso bordado chino, protegido por lunas por un solo lado.  Mi padre encargó también de China un farol para colgar del techo, que medía por lo menos un metro sesenta de altura para que armonizara con el resto de los muebles.  Una parte de los muebles los compró Valentín Quezada, esposo de Queta Arozemena.  

Anexo 2

Entrevista a Adelina Lay  (Julio 1980)
 [Adelina Lay nació aproximadamente en 1900, en Trujillo, de padre chino y madre peruana.]

Mi tío José María era contratista de la hacienda Cartavio, y por medio de él se traía a los chinos esclavos desde allá para venir a trabajar la tierra. Mi papá era auxiliar del contratista;  ellos eran de Hong Kong.   Mi papá con mi mamá, que era de Huaranchal, no se casaron sólo se comprometieron en Cartavio.  Luego mis padres se fueron a Trujillo y allá tuvieron su tiendecita, que fueron formando,  y después ya tenían una tienda.  Después nos pasamos a la calle La Libertad, allí tuvimos también una tienda y hemos estado un buen tiempo.  Toda la familia venía a Trujillo de Cartavio, estaban 15 días y después se iban.  Mi papá estaba encantado de recibir a toda su familia, jalaba los colchones y los ponía al suelo.  

Cuando teníamos banquetes para la familia, que era el santo de mi mamá, teníamos el chino cocinero que le ayudaba y hacía muy ricos platos, ahora no hay comparación.  Teníamos el cocinero que hacía la comida china.  Mi papá se iba a comprar y venía con sus buenos huesos de manzana, tendría su capital cuando él se vino. Mis tías por parte de madre también se casaron o comprometieron con chinos.  Las que se casaban con chinos estaban muy contentas, no les faltaba nada, tenían su muchacha que les servía, estaban bien atendidas, se iban a sus fiestas bien vestidas.  Pero los chinos eran muy celosos.  A veces mi mamá tenía sus disgustos.  Al frente teníamos una vecina casada con chino, él le hacía sus pasadas y tenía dos hijos con otra, tenía sus andanzas.  Mi papá era serio, de su trabajo.   Mi mamá le ayudaba a vender cuando había mucha gente, sino ella estaba adentro cosiendo o viendo sus cosas.  Mi papá hablaba muy bien castellano.  El me había dicho:  “Tú tienes que aprender a comer y a hablar chino”.  Me enseñaba, pero yo ya no recuerdo.  Cuando los chinos se bautizaban llevaban el apellido de su padrino.  Mi papá siguió con el apellido Lay porque no fue bautizado.  Le decían en castellano Antonio pero su nombre era Lay Tsu.  Mi tío se llamaba José María, pero su nombre era Akuda y su apellido Córdova por el padrino.  Mis primas se apellidan Córdova.
 
Después vino la quiebra, porque mi papá era de mano abierta, prestaba dinero a todos y después se olvidaba, les daba créditos.  Nos fuimos a una tienda en Cartavio y mi papá pensaba ir a Trujillo para que me internaran en un colegio, también pensaban irse a Huaranchal,  la tierra de mi mamá.  Mi mamá le dijo que le cobrara a un vecino que le debía plata y le pidió que arreglara un colchón para mi, porque tenían la lana de cordero.  Mi papá aceptó y se puso a preparar la lana en el patio, pero estaba demasiado enfermo.  Después se fue a dormir tomando su cola que había en esa época.  Despertó con una fiebre que volaba, mi mamá lo quiso llevar donde el doctor chino.  Al segundo día estaba peor, entonces mi mamá se fue a avisarle al hacendado para que nos proporcionara una movilidad y el hacendado le prestó un caballo y a las 5 de la mañana lo llevaron a Trujillo, donde teníamos una casa que había comprado mi papá, lo llevaron al hospital e hicieron junta de médicos.  El médico dijo que era cosa perdida porque le había dado una pulmonía fulminante.  

A los 8 días mi mamá nos mandó para preguntar por mi papá; porque ellos estaban haciendo los trámites para casarse y le habían dicho que no podían casarse porque él no estaba en su conocimiento.  Cuando nosotros fuimos a preguntar, nos dijeron:  “Sabes que, ya tu papá ha fallecido”.   Entonces nos fuimos corriendo con mi prima, la que está en Lima,  ella le decía papá a mi papá porque no había conocido al suyo que ya había fallecido.  Mi mamá estaba barriendo, le dije:  “Mamacita, mi papá ha fallecido”.  Mi papá murió en junio y mi hermano nació en agosto.

Teníamos un amigo que nos ayudó mucho cuando mi papá murió, porque estábamos en mala situación, nos invitó a su casa y vivimos un tiempo con ellos.  Mi papá de la plata del diario hacía su balance, y se venía de allá de La Encalada y le daba la plata a un paisano, no la depositaba en un banco.  Ese también murió o sea que ya nadie sabe de esa plata.  Mi papá nunca quiso regresar a la China, otros chinos sí se regresaban: por ejemplo el esposo de mi tía en su segundo compromiso se llevó a sus hijos a la China, de los cuales no se sabe nada, pues nunca escribieron.

Mi tía le dijo a su marido:  “Dame las llaves y yo me voy a tu tierra”, y se fue ella con sus tres hijos y nunca más se supo de ella.  Se fue por barco que en esa época demoraba tres meses y lo mandaron a mi papá con la mesada que tenían que darle a mi tía, y para ver si se animaban a regresar.  Pero él se fue y regresó.  He conocido otras amigas que han ido y han regresado porque no se acostumbraban en China.   Mi hermano se fue chico a la China pero más tarde regresó [1960] y se fue a vivir a Ica donde se casó.  Quería ir a Trujillo a ver a mi madre, pero no lo hizo al saber que mi madre tenía otro compromiso.  Él ya ha muerto.





  Al tratar la historia de la inmigración china en el Perú, se debe distinguir entre los proximadamente cien mil trabajadores contratados a mediados del siglo XIX para trabajar en las haciendas de la costa y en las islas guaneras, frecuentemente llamados “coolies” (véase STEWART 1951, RODRÍGUEZ PASTOR 1987, TRAZEGNIES 1995) (6); los comerciantes que llegaron a finales del siglo XIX y principios del XX, generalmente con capitales traídos de China o de California; y la inmigración más reciente de chinos continentales que buscan alternativas al sistema comunista de su país.
 
La inmigración de los llamados “coolies” chinos en el siglo XIX fue exclusivamente masculina. Los malos tratos fueron causa de levantamientos sangrientos: la mayor sublevación fue en el valle de Pativilca en setiembre de 1870. Entre 1200 y 1500 chinos participaron en la rebelión (RODRÍGUEZ PASTOR 1988, p. 94) (para una versión póstuma de los hechos, véase Anexo 1, Primera Parte). Los intermediarios que “enganchaban” a los trabajadores chinos eran pequeños comerciantes también chinos que tenían tiendas en las mismas haciendas o en los pueblos cercanos. (Para el caso de la Hacienda Cayaltí, véase RODRÍGUEZ PASTOR 1988, p. 158; y véase el Anexo 2). Ellos, y los trabajadores contratados liberados, se casaban o se “comprometían” con mujeres peruanas y les enseñaban a cocinar a su estilo; motivo por el cual los conocimientos de la cocina china se extendieron primero entre las familias de condición más modesta. Con el tiempo, tanto la cocina china como el sistema herbolario y de acupuntura interesaron a un sector relativamente grande de la sociedad peruana (BALBI 1999). (7)
Los trabajadores de las haciendas que no regresaban a China afluían a la ciudad donde trabajaban como comerciantes, zapateros, carniceros, lavanderos, bodegueros y en otros oficios manuales. A partir de 1855, en la calle Capón cerca del Mercado Central de Lima, había locales donde se alojaban 7 a 10 chinos en cada cuarto. En el “Callejón de Otaisa” y la “Casa Salaverry” dormían 4 a 5 mil chinos por noche y en ellos había juegos del azar y consumo de opio. En 1916 se consideraba que los chinos se habían adueñado del mercado minorista. (8)
Con el tiempo, se importaron las semillas de las verduras chinas y a partir de 1888 se sabe de huertas donde éstas se cultivaba específicamente. Muchos chinos entraban a las casas de familias peruanas como cocineros e interpretaban con éxito la cocina peruana; (9) apenas ahorraban algo de dinero establecían una pequeña pulpería o bodega, o un restaurante. En Lima no faltaron persecuciones a los chinos y saqueos de sus tiendas y pulperías. También fueron objeto de burla y desprecio. (10)
A partir de mediados del siglo XIX en Lima se crearon varias asociaciones de ayuda mutua entre los inmigrantes chinos. Las más importantes fueron la Beneficencia China, la Asociación Tung Sing que actualmente tiene un local en una azotea de la Calle Huanta, donde se observa el culto al Dios Guangong; y la Sociedad Pun Yui que tiene esculturas valiosas del siglo XIX y el altar principal dedicado a Guangong. En la calle Miro Quesada está la Sociedad Lung Sing Sea que originalmente se llamó Zhong Shan, su distrito de origen (LAUSENT-HERRERA 2000).
En los siglos XIX y XX hubo empresas comerciales chinas que tuvieron mucha importancia en la economía peruana. Mayormente eran filiales de firmas californianas o de Hong Kong: manejaron sectores importantes agrícolas del país y dominaron en la exportación (véase Anexo 1, Tercera Parte). La firma china Wing On Chong fundada en San Francisco, California en 1868, tenía un almacén en la calle limeña Plateros de San Pedro, que abrió en 1872, y sucursales en Lima y provincias. Administró haciendas en el Valle de Chancay. Importaba sedas, porcelanas, muebles laqueados, etc. (LAUSENT-HERRERA 2000 p. 45). En 1943 Wing On Chong era una de las tiendas más importantes de Lima, que además de vender productos chinos tenía casimires ingleses y otros productos importados de Europa. Desapareció en 1971. (11)
La Iglesia católica se preocupó mucho de la conversión de los coolies a medida que éstos se integraban en la vida urbana. En 1885 había en Lima sacerdotes católicos chinos que realizaban labor misionera entre los inmigrantes (LAUSENT-HERRERA 2000 p.33). (12) Los chinos bautizados eran enterrados en los cementerios católicos pero aparentemente los que no se bautizaban eran enterrados en panteones aparte (hubo uno en lo que es hoy la Av. Argentina. (Cesar Garibay, comunicación personal). En las haciendas los chinos no bautizados eran enterrados próximo a las huacas (LAUSENT-HERRERA 2000).
Desde 1871 hubo expendio de medicinas chinas en Lima, pero la municipalidad cerraba las boticas chinas arbitrariamente, y todavía en 1930 la aduana decomisaba hierbas medicinales chinas. Uno de los médicos chinos más famosos fue el doctor Pun Luy On quién atendía en la calle Mogollón, donde lo conocí ya anciano en 1943. Su hijo, Dr. Jorge Pun de la Torre, actualmente tiene un consultorio y expendio de hierbas medicinales chinas en Higuereta, con numerosa clientela peruana.
Durante mucho tiempo, el Embajador de China en Washington tuvo a su cargo la representación para el Perú. Recién a partir del año 1921, hubo Legación China en Lima. Cheng Tsao Yu (también llamado Zheng Sa Zaorou, o Chian Chou Yu) fue el primer Embajador chino en el Perú quien apoyó la formación de la Beneficencia China (LAUSENT-HERRERA 2000, p.21). (13) Los chinos comerciantes y profesionales que llegaron al Perú a principios del siglo XX propagaron la imagen y las ideas de Sun Yat Sen. En 1924 y en 1936 se fundaron las primeras escuelas en el idioma chino en Lima, que se fusionaron en 1962 para formar el colegio Diez de Octubre. En 1962 los franciscanos crearon el colegio católico chino Juan XXIII.
En los años 30 se promulgaron leyes restringiendo la inmigración asiática, lo que, junto con el incendio que destruyó el mercado central en 1964, hizo perder parte del dinamismo al “barrio chino”. Muchas familias se mudaron de la calle Capón a otros sectores de la ciudad, particularmente San Borja.En 1971 se inició una recuperación, (14) y a partir de 1997, con el desalojo de los ambulantes del mercado central y la renovación de los edificios del centro histórico, se modernizó la Calle Capón al estilo del China Town de San Francisco.
Actualmente (2000), Lima tiene más de seis millones de habitantes y tiene aproximadamente 2000 locales de comida china; en las carretillas ambulantes también se encuentra platillos chino /criollos llamados “combinado” (BALBI 1999 p.153). El arroz chaufa (arroz frito con carnes, huevos y verduras) se ha convertido en un plato nacional. En años recientes el gobierno peruano ha permitido el funcionamiento de los casinos anteriormente clandestinos, y los propietarios de algunos chifas los han convertido en casinos y establecimientos con “tragamonedas”. Un empresario chino ha transformado un edificio de departamentos en Miraflores en el “Hotel y Casino Bruce” con restaurante tradicional chino y señoritas chinas para la atención a los huéspedes. En el cuarto piso del hotel funciona la agencia de viajes Tian Ma.
Lima: Estudio de casos
Según el Consulado de la República Popular China en Lima (febrero del 2000), en el Perú hay 25,000 chinos con permiso de residencia; 85,000 personas nacidas en China con nacionalidad peruana; y 1.5 millones de personas peruanas por nacimiento con uno de sus padres o abuelos nacidos en China.
Este cálculo no incluye personas de Taiwán ni de Hong Kong. Siguen algunos ejemplos de inmigrantes:
1) Yang Jian Ping nació en Shanghai en 1952, y estudió pintura en el Instituto Liu Hai Su, donde aprendió la técnica impresionista. Durante la Revolución Cultural, teniendo que salir al campo, pidió ser enviado a la provincia de Yunan por la belleza de sus paisajes. Consiguió que se le liberara de las obligaciones agrícolas pues pintó un retrato de Mao Zedong que cubrió toda la fachada de la municipalidad del pueblo donde estaba destacado. Luego fue profesor de pintura en un colegio de primaria en Shanghai. En 1985 emigró al Perú, donde tenía un tío materno que lo avaló para que pudiera conseguir el permiso de viajar, y empezó a ensayar pintura modernista con acrílico.
Jian Ping ha expuesto sus obras más de 30 veces, de las cuales siete en Shanghai y las demás en Lima, siendo tres de ellas exposiciones individuales. Pero la pintura no le rinde lo suficiente para vivir. En Lima trabaja como profesor de Tai Chi Chuan y como especialista en maquillaje permanente (tatuaje). En 1988 Jian Ping se casó con una señora peruana, divorciada con dos hijos, hija de chinos pero que no habla el idioma; después de dos años se divorció de ella y en 1998 se volvió a casar con una señorita china de 33 años. No quiere tener hijos porque se considera viejo y considera demasiado difícil criar hijos en el mundo moderno.
Jian Ping siente mucha nostalgia por los paisajes de su país y no se acostumbra al clima invernal de Lima; también extraña los colegas pintores en China, como él aficionados a la música clásica occidental. Se queja de que en Lima los chinos son comerciantes o cocineros, que no tienen tiempo ni cabeza para llevar una vida intelectual ni para interesarse por el arte y la música. Pero considera que ya es tarde para que pueda retornar y hacerse una posición en su tierra natal.
2) Wong Lai Si es china de nacimiento, de Tusan, provincia de Cantón. Vino al Perú a la edad de 18 años acompañando a su abuelo; su padre, el Sr. Wong, es un miembro importante de la sociedad china en Lima: es miembro de la Beneficencia China y presidente de la Asociación de los Inmigrantes de Tusan, con 10,000 integrantes. En 1998 organizó un gran banquete en el restaurante El Dorado, en el cual participaron muchos inmigrantes de Tusan. Yo fui entre los pocos invitados peruanos.
Lai Si es trilingüe: chino mandarín, cantonés y español. Está bien integrada a la vida limeña; ha vuelto algunas veces a su tierra natal, pero se siente más a gusto en Lima. Ha trabajado como secretaria en una firma china y como profesora en el Colegio Chino en el Perú. Actualmente está encargada de la fábrica de minpao (pan de miga blanca con relleno de carne de cerdo o fríjol colado) que se expende en ocho tiendas de los supermercados E. Wong. Ella con sus padres antes de iniciar ese negocio consultó con el sistema de adivinanza que se practica en el templo de la calle Huanta, donde el que dice ser sacerdote taoísta, Germán Ku, por veinte soles vaticina el futuro a paisanos y curiosos mediante el oráculo del I Ching. Habiendo obtenido una respuesta positiva, iniciaron este negocio que les ha resultado exitoso.
3) La Dra. Chen Asan también es de la provincia de Cantón. Vino al Perú en 1995 con el proyecto de crearse una posición que le permitiera traer a su familia. Puso un consultorio en la Avenida Aviación en Lima, y logró un permiso municipal para atender a los pacientes con medicinas tanto chinas como occidentales, y con tratamiento láser. Luego se asoció a un medico naturista chino y con él se mudó a Tacna donde estableció un consultorio en que atiende a peruanos del lugar y a chilenos que vienen de Arica y de Iquique. La especialidad de la Dra. Asan son las enfermedades venéreas, pues en China trataba especialmente a las mujeres que trabajaban en los burdeles y a sus clientes. Ha logrado en dos años de trabajo en Tacna crearse una clientela, y ha traído de China a su madre y su hija de 9 años. La Dra. Asan logra mantener un ritmo intenso de trabajo a pesar de sufrir de anorexia. Ella se considera “un alma”, no una persona como las demás, pues puede vivir solamente para el trabajo.
4) Los periodistas Susana Chang y Meng Ke xin, editora y redactor de la Voz de la Colonia China, respectivamente, se sienten orgullosos de trabajar para el diario más importante y de mayor circulación dentro de la colonia, con 87 años de existencia. Susana estudió literatura en su natal Shanghai, mientras que Meng Ke Xin trabajó en la agencia de noticias China News Service como fotógrafo. Susana llegó desde Bolivia al Perú en 1992 y habla el español bastante bien (Somos 1997).
* No tengo información acerca del escrito pero me fue enviado por LVM.

BIBLIOGRAFIA
BALBI, MARIELA. Los  chifas  en  el  Perú:  Historia y Recetas.  Lima, Universidad San Martín de Porres, Escuela de Turismo y Hotelería.
DERPICH, WILMA, 1999  El  otro  lado  azul:  150  años  de  inmigración  china  al  Perú.   Lima.  Fondo Editorial del Congreso del Perú
HORNA, HERNÁN s/f  [1999] La Indianidad antes de la independencia latinoamericana. Uppsala, Acta Universitatis Upsaliensis
LAUSENT-HERRERA, ISABELLE Sociedades y templos chinos en el Perú.   Lima, Fondo Editorial del Congreso del Perú.
LLOSA, FERNANDO s/f Sechin: monumento-mito.  Lima, Imprenta Miraflores E.I.R.L.
RODRÍGUEZ PASTOR, HUMBERTO  Hijos del celeste imperio en el Perú (1850-1900):  Migración, agricultura, mentalidad y explotación.  Lima.  Instituto de Apoyo Agrario - 1989
Somos “El Barrio Chino: los nuevos encantos”.  Por Jorge Riveros.  (XI) 564, 27 de setiembre: 18-20.
STEWART, WATT 1951 Chinese Bondage in Peru: A History of the Chinese Coolie in Peru, 1849-1874.  Durham, N.C.  Duke University Press.
[1951] 1976 La servidumbre china en el Perú.  Lima. Mosca Azul.
TRAZEGNIES, FERNANDO DE  En el país de las colinas de arena.  Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú. 2 Tomos.
TUNG, MAY PAOMAY 2000 Chinese Americans and their Immigrant Parents: Confict, Identity, and Values.  New York, The Hawirth Press, Inc.
YANG, ALEXANDER CHUNG YUAN 1994  “Culinária chinesa nas Américas”.  En:  China em Estudo.  (1): 39-50.
1995 “O Budismo entre os Chineses no Brasil”. En: China em Estudo.  (2): 49-58.
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“A introduçao da cultura do cha no Brasil (1812-1918)”.  En China em Estudo. (4): 99-139.
YUAN YIPING   Colecão de entrevistas a chineses célebres de ultra mar dol Brasil.  [Traducción del chino por Carine Bocabeille].  2 Tomos.  Sao Paulo.
YU, ABRAHAM S.O. “Analise preliminar das empresas brasileiras controladas por chineses e suas relaçoes comerciais com a China, Hong Kong e Taiwán”.  En: China em Estudo  (3):  53-71.

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