Si un amigo o conocido chino le entrega una tarjeta de presentación con una dirección personal de blog, usted no debe sorprenderse. En la China actual, el fenómeno del blog está transitando de una cultura de élite a una etapa de franca popularización. Todos queremos bloguear.
El uso del blog, introducido en China por BlogChina (www.blogchina.com) en 2002, ha desatado un verdadero fenómeno entre la juventud del país. Tanto así que BlogChina, rebautizada como Bokee (www.bokee.com), se ha situado ya entre los principales sitios blog a nivel mundial y cada mes registra aumentos de hasta 50 por ciento en las cifras de sus usuarios. El blog ha venido a incorporarse al mundo del ciberespacio que dominaban el correo electrónico y las salas de chateo, dando lugar no sólo a una nueva moda, sino sobre todo a un estilo de pensamiento y vida diversos.
“¿Ya blogueaste hoy?” es por estos días una pregunta tan corriente como lo ha sido por siglos en la tradición china el ¿Ya comiste?”, que entre nosotros indica más un saludo que el interés por saber si alguien ha consumido el alimento del día.
Descúbrete ante el ojo ajeno
Yan Fang, gerente de departamento en una empresa mixta, se ha creado el hábito de nunca apagar su computadora sin antes haber escrito algo en su blog. “Necesito ese espacio para expresarme y para que mis amigos sepan de mí,” afirma. Persona interesada en el mundo interior de sus semejantes, la gerente Yan carece sin embargo del espacio en la vida real para encauzar sus intereses. “El blog, agrega, permite que cualquiera dé libre rienda a sus pensamientos”. Comparado con un diario de vida convencional, cabe añadir, el blog está abierto siempre a la curiosidad ajena. Por eso precisamente Yan ha dejado de escribir su vida en papel - como hizo por muchos años-, para trasladarla al ciberespacio. “Con el blog, indica, todos formamos una comunidad de intereses. No hay lugar para la soledad”.
Según recientes estudios sociológicos, en una sociedad competitiva y en constante cambio como la que caracteriza a China de hoy, es lógico que se produzca una notable brecha entre los remanentes del colectivismo de antaño y el actual individualismo, a tono con la imperante economía de mercado. En consecuencia, la nueva generación en especial puede sentirse perdida, inmersa en conflictos de personalidad que pueden conducir incluso a casos de doble actitud ante la vida. El blog les permite conectarse con el entorno social, sin que para ello deban renunciar a su propio yo.
No nos extraña entonces que Yan Fang haya sido aceptada por la mayoría de los blogueros, a quienes parece tener sin mayor cuidado el número de accesos a sus sitios respectivos, o la cantidad de vínculos establecidos entre un cibersitio y otro. “Lo que sí nos importa es la oportunidad que nos brinda el blog de encontrar la tranquilidad espiritual, la autorrealización y conocer nuevos amigos”, dice Yan.
Saltando de un blog a otro
Li Fei, que se prepara para estudiar en el extranjero, pasa los días revisando blogs, en busca de información útil. Y opciones no le faltan: ya hay cibersitios blogueros para todos los gustos. “Antes de ir al extranjero, necesito elaborar muchos documentos. Me resulta imposible hacerlo solo. En el blog, puedo aprender de otros e interactuar con ellos. Es muy provechoso. Y me da la impresión de contar con mi propio banco de talentos”, se congratula Li Fei. Con el blog, China ha comenzado a conocer un período en el cual las masas crean su propia cultura y se van definiendo en dos bandos principales: los creativos son productores, los que se dedican tan solo a leer, son consumidores.
Necesidad de regular el ciberespacio
Dadas las ilimitadas posibilidades que brindan los blogs para que cualquiera diga lo que se le ocurra, Li Fei admite que se impone cierto grado de regulación sobre el flujo de información, tomando en cuenta además que no faltan quienes, tentados por el deseo de procurar fama a toda costa, se dedican a inventar falsedades y circularlas por el ciberespacio, en detrimento de la tranquilidad social.
Con ello en mente, el gobierno publicó una serie de reglamentos relativos al contenido de Internet a principios de 2000. Más tarde, en 2003, Fang Xingdong, considerado el padre de los blogs chinos, como creador del primer sitio Web de blogs en el país, editó junto a otros asociados el Manual de Reglas y Moral de los Blogueros. A pesar de las medidas, sin embargo, no es posible en la realidad controlar el flujo informativo que manejan los blogueros.
¿Ya blogueaste hoy?
Desde agosto de 2002, la comunidad de blogueros de China ha experimentado una verdadera explosión en la cifra de usuarios. El boom se debe en buena medida a la entrada en funciones de los cibersitios SINA, SOHU, 263.NET. Según el análisis del especialista Fang Xingdong y otros autores sobre el desarrollo de los blogs en el país, en 2005 la cantidad de blogueros superó los 10 millones, con un promedio de incorporación de un nuevo bloguero cada cinco segundos.
Solamente en los tres primeros trimestres de 2005, el total acumulativo de blogueros registrados en China alcanzó los 33,36 millones. A la par, han comenzado a proliferar los “blogueros profesionales”. El blog está cambiando el modo de vida y de comunicaciones en el país. A pesar de ello, aún es prematuro hablar de una verdadera masividad. Para el chino promedio, el blog, si es que ha escuchado hablar del mismo, es una cosa de jovencitos, y que carece de sentido práctico. Chen Tong, redactor jefe de SINA, no cree que el blog reinará en los medios de comunicaciones de la noche a la mañana. El blog, argumenta, no pasa de ser un espacio para los que estén dispuestos a escribir. No me parece plausible que el grueso del público se decida a leer noticias en los blogs, en lugar de hacerlo, por ejemplo, en el sitio Web de XINHUA. Con todo, añade, no se debe minimizar el impacto de los blogs en China.
Para algunos estudiosos el desarrollo del blog responde ante todo a la necesidad de una nueva generación de canalizar sus ímpetus en un período decisivo de su formación. Para otros, empero, el fenómeno del blog entraña una mezcla de tradición y cultura emergente, así como una combinación entre lo abstruso y lo simple. Lo que si nos queda claro es que para millones de chinos el blog es una especie de continuidad de la diaria existencia.
Como bien señala un bloguero en su diario, “para mí el blog es un imperativo. No sé si es una forma de vida. Sin embargo, sin él, no sé qué haría frente a la computadora, si es que se me ocurriría algo. Lo que sí comprendo es que no sé de otra forma de llevar un registro de mi vida. Y sé que esa vida no está completa”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario